Nadie te enseña cómo hacer crecer a tu equipo. Llevo poco tiempo con la responsabilidad de dirigir, organizar y administrar a equipos de trabajo, y uno de los mayores retos que enfrento es cómo enseñar al equipo a pensar mejor.
Si bien en creatividad ningún proceso nos garantiza resultados positivos, cuanto más procesos probemos, más posibilidades tendremos de encontrar mejores ideas.
Así que te comparto tres procesos que suelo usar al momento de pensar, algunos con más o con menor frecuencia, pero siempre me han ayudado a obtener ideas. Si te sientes bloqueado, si no sabes por dónde empezar, puedes probarlos.
Primero, piensa que pensar debe ser entretenido. Diviértete, haz memes, escribe chistes sobre la marca o producto. Rompe el hielo contigo mismo. Antes de empezar a pensar, ve lo que otros ya pensaron. Infórmate, lee, escucha, investiga. Después, emociónate; tienes que hacer que te den ganas de sacar buenas ideas. Inspírate, busca referencias en la música, libros, campañas, reels, Tik Toks, en todos lados. Luego de esto, ya estarás más listo para poder empezar a pensar.
Imagina qué diría
Yo soy Copy y se me facilita más pensar en palabras, por eso lo que hago es meterme a los bancos de imágenes y buscar aquellas que tengan relación con la audiencia, con el producto o con situaciones de consumo. Elige algunas que te gusten y empieza escribir cabezas para hacer que la imagen cuente algo más de lo que vemos.
De aquí pueden salir algunos copies afortunados o simplemente te puede ayudar a encontrar distintos tonos de los mensajes.
Escribe al revés
Este ejercicio me gusta hacerlo cuando ya tengo alguna frase que puede funcionar más como un concepto que firme los mensajes, y lo que hay que hacer es empezar a construir esos mensajes, tirar frases con las que mi concepto cierre perfecto. A veces, durante este ejercicio, me doy cuenta de que el concepto que tenía no es el mejor para contar todo lo que quisiera, entonces también puede ser un buen filtro para saber hasta dónde podemos llevar el concepto.
Palabras clave
Una vez entendido el contexto donde vive la marca o producto, prueba a lanzar palabras clave alrededor de eso. Empieza a buscar relaciones que no pensabas de primera instancia que tenían que ver con el producto o marca. Este ejercicio me ayuda a encontrar palabras interesantes, como aquellas que tengan una doble lectura o significado, o que nos ayuden a relacionar dos contextos distintos. Por ejemplo, “éntrale”, una expresión que, si hablamos de comida, es una invitación a probar, pero también funciona como un call to action que nos permita dirigir a la audiencia a algún sitio en específico.
Estos son algunos de los ejercicios que suelo aplicar cuando es momento de pensar. Seguramente tú también irás desarrollando los tuyos y aprendiendo a pensar cada vez mejor.
Escrito por Héctor Chávez, Head of Creative de Birth Group
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