Hace unas semanas cumplí 37 años y decidí celebrarlas corriendo 37 km. No es que recién comience a correr, pero nunca había corrido una distancia similar, por lo que me di a la tarea de entrenar durante tres meses. Después de mucho esfuerzo, lo logré y estos son los aprendizajes que obtuve:
1. Decidir es renunciar
Tuve que cuidar mi alimentación, dormir bien, madrugar los fines de semana y evitar fiestas. Para lograr ciertas cosas, a veces debes limitarte en otras; no hay meta imposible si estás dispuesto a asumir lo que conlleva.
2. Todo tiene un proceso
Si te fijas una meta y los escalones para alcanzarla, todo es posible. Hace años, cuando comencé a correr, no aguantaba más de un par de calles y mi meta era algún día correr 5 km. La primera vez que corrí 21 km perdí las uñas del pie, pero entrenando y haciendo bien las cosas, logré mi meta de este año sin nada de qué preocuparme.
3. Te sorprenderá saber cuánta gente te apoya
Correr a partir de las 6 a.m. un sábado no es el plan más popular, y menos si tu círculo cercano no es fit. Aun así, tuve un momento épico en la vida cuando más de 40 personas corrieron el último kilómetro junto a mí.
4. Las barreras son mentales
Dos vueltas antes ya no podía y quería parar, pero todos me animaron a seguir. No sé cómo, pero en el último medio kilómetro me llené de fuerzas y pude acelerar hasta el final.
5. A veces no es tu mejor día, pero no puedes rendirte
No sé si fue el calor, las plantillas del zapato o los nervios, pero me costó mucho más trabajo que en las pruebas. Sin embargo, hay veces en que no tienes tiempo para una segunda oportunidad y tienes que dar todo de ti para cumplir la tarea.
6. No depender de las personas
Llegó gente que no esperaba ver y faltó gente que me hubiera gustado que estuviera. Así es la vida: se trata de disfrutar los momentos con quien está y agradecer lo que vivimos con quien no puede estar ahora.
7. Tomarse las cosas en serio
El reto era contra mí, pues no perdía ni ganaba nada. Nadie me obligó a hacerlo ni me cronometró. Al final, tanto la vida como una carrera (cuando eres amateur y no vives de ello) consisten en superar las metas que uno mismo se pone y de seguir adelante por gusto propio.
Escrito por Chucho Fernández, VP Operations de Birth Group.
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